Al fin todo vuelve a la normalidad en mi vida....días que son maravillosos se encuentran a la vuelta de mi esquina,
casi en el parque donde voy todos los días con Mandala y encuentro calma mientras ella camina y va olfateando todo a su alrededor. Mucho aire limpio y renovador, mucha luz y fuerza veo llegar (un poco tarde pero ahí están) dejando lo malo atrás.
Extraño mucho que me extrañen, pero ni modo, las cosas son así y uno no decide todo lo que pasa en cuestiones de corazón e hígado. No hay nadie que me provoque laberintos por ahora y creo que es mejor así. La vida ya se encargará....
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